La ecografía de la cabeza utiliza ondas de ultrasonido para realizar imágenes del cerebro y del líquido cerebroespinal. Se realiza habitualmente en niños, ya que su cráneo no está totalmente formado y las fontanelas permanecen abiertas. Un eco Doppler evalúa el flujo sanguíneo a través de las arterias más importantes del cerebro.
El ultrasonido es seguro, no es invasivo, y no utiliza radiación ionizante por lo que puede utilizarse de forma segura en el niño.
Habitualmente se utiliza para:
- Estudiar la anatomía y patología cerebral a través de la fontanela.
- En prematuros para diagnosticar problemas del cerebro asociados con el nacimiento prematuro, tales como sangrado dentro del tejido cerebral o los ventrículos o el daño en el tejido cerebral.
- Diferentes hallazgos clínicos encontrados por el pediatra en la exploración física como mal estado general de origen desconocido, fontanela a tensión, suturas de los huesos craneales muy abiertas, síntomas neurológicos, perímetro craneal aumento para la edad del niño.
- Evaluar la presencia un agrandamiento de los ventrículos (hidrocefalia) y posterior control de la función del shunt en hidrocefalias tratadas con derivación por válvulas.
- Evaluar la existencia de anomalías congénitas.
- Localizar el sitio de una infección (meningitis, sepsis) o tumor.
- No necesita preparación previa.
- La exploración dura aproximadamente 15 minutos.
Para realizar la ecografía transfontanelar se acuesta al niño mirando hacia arriba, si el niño está muy nervioso e inquieto se puede sentar en el regazo del familiar que lo acompañe para que lo sujete. Se aplica un gel en el transductor y o el radiólogo presiona suavemente el transductor contra la fontanela del niño para obtener las imágenes del interior del cráneo.